
Por otra parte, la libertad que estas herramientas virtuales nos ofrecen para trabajar con ellas es una oportunidad excelente para elaborar técnicas o estrategias de prevención e intervención que abarquen cualquier problemática social actual. Asimismo, nos permiten trabajar con diferentes colectivos, ya sea menores, adolescentes, toxicómanos, personas mayores, mujeres maltratadas, etc.
Estas aplicaciones nos ayudan a fomentar el pensamiento creativo o crítico para lograr la consecución de aquellos objetivos de los que partamos, implicar a los usuarios hacia la resolución de problemas, etc.
Para finalizar y a modo de conclusión, con estas herramientas de trabajo digitales podremos hacer un trabajo dinámico y creativo para abordar e intervenir ante necesidades reales como pueden ser la educación sexual, la educación en valores, drogas, etc. situaciones a las que podemos dar solución desde las dos disciplinas; es decir, desde el trabajo social y la educación social.